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Si te rindes demasiado pronto, no puedes vivir los resultados completos de tu trabajo

By octubre 26, 2017Productividad

Cualquier persona que ha conseguido triunfar en algún área, tuvo que pasar al menos uno o dos fracasos. Observar únicamente los aspectos positivos de una persona exitosa es una ilusión.

El deseo de resultados instantáneos es innato

Comenzamos a darnos cuenta de esta característica desde que somos bebés; llorar o gritar nos trae atención, comida o entretenimiento. Conforme vamos creciendo, esa expectativa jamás desaparece del todo e incluso cuando somos adultos, buscamos satisfacción instantánea.

Lo mismo sucede con la información, hace no tantos años, si tuviéramos la tarea de investigar un tema a profundidad debíamos ir a una librería y pasar horas o días en busca de referencias de valor.  Hoy con el poder de Internet, esperamos resolver cualquier duda de inmediata en nuestros celulares.

Por supuesto que los beneficios con los que vivimos son algo positivo, pero debemos tener cuidado de no caer en la trampa mental de buscar la gratificación inmediata cada momento de nuestra existencia.

Hay cosas en la vida que simplemente toman tiempo.

Por ejemplo en lugar de seguir trabajando con un cliente difícil, o en un trabajo complicado, preferimos renunciar y obtener algo más sencillo de manejar. Antes de hacer esto, tu cerebro buscará justificar tu decisión de mil maneras creativas pero en realidad estás tomando el camino fácil.

Esperar resultados inmediatos puede frenarte o desviarte en el camino de obtener algo grande.

Las cosas no se vuelven más sencillas cuando te rindes y eliges algo menos complicado.

Esto es una fantasía.

Mark Manson lo explica muy bien en su libro The Subtle Art of Not Giving a F*ck: cuando una persona no tiene problemas, la mente automáticamente busca la forma de inventar alguno. Siguiendo esta premisa, Manson continúa explicando que no existe vida sin problemas, más bien debemos aspirar a una vida llena de «buenos problemas», es decir,  problemas que nos emocionen pues la felicidad radica en la resolución de estos, jamás en ignorarlos.

La verdadera felicidad ocurre cuando encontramos problemas que disfrutamos tanto teniendo como resolviendo.

Combate las ganas de rendirte

No es sencillo resistir el deseo de la gratificación inmediata y de obtener resultados velozmente. Haz lo siguiente para mantenerte motivado:

1. Amplía tu perspectiva, viendo el panorama completo en tu cabeza

En un momento dado, sobre todo cuando hay dificultades, generalmente perdemos en enfoque en el panorama completo del asunto. El camino de los éxitos, sobre todo los grandes suele ser largo y requerir una gran inversión de tiempo. Si por algo te decepcionas en el camino, lo más probable es que sea una bajada pequeña en una tendencia general hacia arriba.

Reconoce que siempre verás personas ganando premios, recibiendo aplausos, exhibiendo éxito, etc. Más ahora que tenemos decenas de miedos proyectando estas imágenes en nuestras vidas: Facebook, Instagram, TV, Internet, etc.

Será difícil si no estás acostumbrado, pero celebra sus éxitos en lugar de recordar tus errores.

Estás atravesando un camino difícil, cada día es parte de un largo viaje, no un evento general.

2. Visualiza constantemente tu progreso incremental

El progreso que perdura generalmente se hace en pasos incrementales. Robert Collier describe este principio: «El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos una y otra vez».

Para que no pierdas ritmo en tu camino hacia el éxito, adopta esta fórmula de Darren Hardy en su libro «El efecto compuesto»: decisiones pequeñas e inteligentes + consistencia + tiempo = diferencia radical.

Explicando cada una:

  • Decisiones pequeñas e inteligentes: toma tareas grandes y conviértelas en sus componentes más pequeños. Cuando sientes que NO estás progresando esto es ideal.
  • Consistencia: haz que las decisiones de cada día cuenten. ¿Estás usando partes de tu día que podrían ser productivas en algo que te hace perder el tiempo?
  • Tiempo: progresar lleva tiempo. Las decisiones que tomaste consistentemente, se acumulan en algo grande a través de los meses o años. Por ejemplo correr 4 km diarios se convierten en 120 km al mes que suman 1460 km en un año… eso es una distancia importante.

Si únicamente te enfocas en el resultado final, tendrás dificultad visualizando el progreso que YA HICISTE. Para evitar esto, lleva un registro de lo que has hecho y celebra tus pequeñas victorias.

Es una batalla continua

Parecería que es más sencillo cambiar a otra tarea o meta en un momento de dificultad, pero eso hace el camino hacia el éxito aún más largo y difícil.

Toda persona exitosa ha enfrentado momentos difíciles para estar donde están hoy. Si quieres ser exitoso, aplica lo aprendido hoy y resistirás el rendirte.

Hans Nolte

Empresario, inversionista, coach y conferencista – Hans Nolte es socio fundador de Zebra Digital Marketing, creador de El arte de Facebook y Metas Poderosas.